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Manejo y reconocimiento de las emociones

Una habilidad para el éxito.

Las habilidades para la vida permiten desarrollar recursos personales necesarios para enfrentar acertadamente los retos y las exigencias de la vida. Siguiendo con la definición de cada una de las 10 habilidades para la vida, hoy nos toca analizar el manejo de emociones.

Las emociones son reacciones o sentimientos que se experimentan ante diferentes situaciones y se relacionan con la mente y el cuerpo. Suelen jugar un papel importante en la forma en que se percibe la vida y el entorno que nos rodea. Éstas determinan el comportamiento y gracias a ellas se es capaz de sobrevivir a situaciones complejas y seguir hacia delante.

A veces, en nuestro rol de crianza, no nos damos permiso para reconocer y sentir nuestras emociones, como si pensáramos que no tenemos derecho a experimentar miedo, tristeza, coraje o alegría. A menudo, muchos de los problemas sobre la forma de relacionarse con otras personas y las dificultades en la crianza, se deben a un mal manejo de nuestras propias emociones.

El manejo de emociones como habilidad propone aprender a navegar en el mundo de las emociones y los sentimientos, logrando una mayor sintonía con el propio mundo afectivo y el de las demás personas. Siendo esencial para no dejarse vencer por las adversidades, para tomar riesgos, no verse afectado por las opiniones externas y mejorar las relaciones con las personas de nuestro entorno.

Las emociones nos ayudan a manifestar nuestras necesidades, estado de ánimo y para recibir ayuda. Son capaces de generar sensaciones en nuestro cuerpo para alertarnos, pueden influir en la toma de decisiones, hacernos actuar de forma positiva o negativa, o marcar nuestro futuro por lo que percibimos. Por esto es importante que aprendamos a reconocerlas y expresarlas.

Para manejar adecuadamente las emociones requerimos desarrollar recursos como el reconocimiento, la aceptación, la comprensión, la expresión y la regulación. El primer paso en este proceso de desarrollo es saber nombrar o identificar las emociones que sentimos, en qué consisten y cómo se manifiestan en nuestro cuerpo. Se trata de interpretar lo que se está sintiendo y darle un nombre, además de ubicar cuál es el origen.

Existen cuatro emociones básicas que nos acompañan y con las que expresamos todo lo que sentimos y vivimos. Estas son la alegría, la tristeza, el miedo y el coraje. Todas cumplen un propósito importante en la vida y a continuación las explicaremos:

  • El miedo: es una alarma que se activa en el cuerpo para dejarte saber que debes protegerte de un peligro o riesgo. Se presenta cuando se percibe una situación o estímulo de forma amenazante y por lo cual debes cuidarte. Es una emoción que se activa cuando advertimos daño físico o peligro emocional. Esta emoción es la que permite cuidar de ti y de quienes amas, evitando el riesgo y la exposición al peligro.
  • La tristeza: expresar lo que sentimos ante situaciones de fracaso, decepción, pérdida rechazo, o cuando ha ocurrido algo en la vida que produce pérdida y causa dolor. Esta emoción es necesaria para expresar lo que nos duele y nos permita soltarlo de una forma positiva. Cuando la tristeza se contiene y no le damos permiso a sentirla esto puede causar depresión, ansiedad y otras enfermedades relacionadas a la salud mental.
  • El coraje: es esa sensación o reacción que se experimenta cuando se está frustrado por no lograr lo que se quiere o cuando algo se percibe como injusto. Es la que permite reaccionar ante las injusticias de la vida, es una alarma que permite salir en nuestra defensa o en defensa de nuestros seres queridos cuando se gestiona adecuadamente.
  • La alegría: es lo que se siente cuando las cosas salen como deseas, es la expresión de la satisfacción y el triunfo. Es lo que hace que la vida resulte más agradable y ayuda a relacionarse mejor con las personas cercanas.

Muchos de los problemas que comienzan en la adolescencia y se vinculan con conductas de alto riesgo como la violencia, el consumo de alcohol y drogas, que acompañan a muchas personas en su adultez, se relacionan con un mal manejo de sus emociones. La sociedad en la que vivimos es una que enseña a reprimir las emociones y sentimientos provocando así adultos incapaces de manejar lo que sienten, afectando así sus formas de relacionarse con su entorno y afectando sus modos de crianza.

Para ser capaz de atravesar situaciones estresantes e inesperadas, tener una mejor relación con las personas de tu entorno y hacer frente a las dificultades que aparecen en el día a día, te invitamos a comprometerte con reconocer, manejar tus emociones y apoyar a tus hijos en este proceso de desarrollo.

Si te interesa profundizar más el manejo de emociones para desarrollar esta habilidad con tu hijo o hija te invitamos a ver el video titulado: Manejo de emociones para el éxito en nuestras vidas.

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